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    martes, 6 de septiembre de 2016

    Crónica del asesino de directorios

    En la que te explico con cierto detalle por qué asesiné dos importantes directorios de enlaces y te comento algunos secretos de Internet.

    ¿Qué es un directorio y por qué se les ha pasado el arroz?

    Durante más de lo que suele ser un cuarto (incluso un tercio) de la vida de cualquier ser humano administré dos de los más interesantes y populares directorios de enlaces útiles. El uno, GZZT, en inglés y el otro SUPERPATANEGRA, en castellano. Fueron dos directorios importantes porque realmente (y no es amor de madre) eran directorios honestos con una enorme selección, hecha a humana mano, de sitios web realmente interesantes y útiles.

    Un directorio de Internet es como una guía telefónica o las páginas amarillas. En vez de direcciones y teléfonos contiene enlaces a sitios web. Hay directorios muy malos y directorios muy buenos. Todo depende de su contenido. Pero mira, cuando has leído guía telefónica o páginas amarillas, confiésalo... te ha sonado a algo de otra época. ¿Quién usa guías telefónicas o páginas amarillas?. Vale, siempre hay alguien; pero ya no son lo que fueron en otra época. A los directorios de Internet les pasa igual: pueden ser útiles, pero son de la época de los dinosaurios.


    Internet es cambio constante

    Cuando empecé haciendo trastadas por Internet, en España lo llamaban Infovía. Es la manía que tiene ese país de cambiar el nombre a todo. Con los títulos de las películas llega a ser irritante. Nos conectábamos con módems de 14.000 baudios (unidad muy digna de "La bola de cristal") y pagando por minutos de conexión. La vida transcurría de otra manera y la banda sonora era una especie de criiiiiiiii-cri-uruurú-criiiiiiii-ñiiiiiiiii-chroooooo (escúchala aquí). Para más inri disfrutábamos haciendo páginas web abarrotadas de colorines, muñequitos y gifs animados de todo tipo.

    Desde entonces, no he dejado de experimentar y hacer cientos de cosas. Y todo este tiempo mantuve y actualicé esos dos directorios, a veces con ayuda y a veces sin ella. Pero sí, Internet es cambio. Cuando vives enredado en sentimentalismos inútiles, en una contemplativa recreación de lo que has hecho... es que te haces viejo. Pero no es algo inevitable sino, más bien, una elección.

    Internet es cambio constante y observarlo es fascinante. Tal vez, como dijera Thoreau, "las cosas no cambian; cambiamos nosotros". El arte de ser feliz con lo que haces radica, en todo o en parte, en saber bailar sobre las cresta de los cambios.

    Así que asesiné dos directorios. Y me siento bien.


    Internet evoluciona.

    No de un modo biológico sino más bien social. O sea, lo que evoluciona es la sociedad, la tecnología que produce y que cambia rápidamente nuestro modo de vida.

    Déjame comentarte los cambios principales que observo desde mi atalaya en las nubes. Tal vez te sirvan para armonizar de alguna forma tu relación con Internet, seas usuario o también desarrollador.

    1) Internet es móvil. Actualmente pensar en hacer algo en Internet que no se vea perfectamente en una pantalla pequeña es un esfuerzo condenado a la aniquilación.

    2) Internet está lleno de nubes. ¿Para qué coño necesitas discos duros de terabytes? Guarda lo esencial en dos o tres nubes. Pero solo lo esencial.

    3) Internet es minimalismo, rapidez e instantaneidad. Olvídate de todos aquellos colorines, textos animados y muñequitos en movimiento. Por otra parte, la mayoría de la gente no se para a leer mucho (he dicho la mayoría aunque no es un dato estadístico sino una observación basada en la evidencia que proporciona la experiencia). No hagas textos largos a no ser que su contenido sera realmente interesante.

    4) Internet es conexión permanente. En general, cuando necesites algo, lo buscas y seguramente lo volverás a encontrar. Cierto que teóricamente podría caerse todo Internet. Entonces, probablemente, descubriríamos que también podemos hablar cara a cara, que hay juegos de tablero y que el paisaje a tu alrededor es ya, de por sí, bastante emocionante.

    Hago un inciso para justificar la muerte de los directorios. Porque alguien podrá decir, con cierta razón, que SuperPataNegra le servía para encontrar algunos sitios web muy especializados y muy útiles que le venían muy bien, etc, etc...  Pero eso es porque nos estamos haciendo vagos en el sentido más inútil (que la pereza es algo muy sagrado). ¿Qué te impide tener tu propio directorio de sitios que te gustan mucho? Nada. Basta que utilices algún servicio tan sencillo e interesante como Papaly. Pruébalo. Los bookmarks del navegador también son cosa antigua.

    Continúo:

    5) Internet es redes sociales. Nos han pillado por sorpresa. Tal vez el cerebro humano necesita más tiempo para adaptarse a los cambios vertiginosos y nos pasa como a los nenes con los videojuegos, que nos entusiasmamos y no sabemos parar. Depositamos gran parte de nuestras emociones y esperanzas en las interacciones sociales a través de las pantallas. Llegará un momento en que no quedará más opción que elegir aquellas que realmente disfrutes o irte pudriendo en un mar de adrenalina, desencanto y bilis.

    6) Internet es mensajería instantánea. Actualmente sobre todo eso. Hay una clarísima tendencia a que todo termine derivando hacia ahí. Me hace mucha gracia la ansiedad por tener un móvil de ultimísima generación para usarlo fundamentalmente para "Facebook y Whatsapp". Pero no voy a reirme de eso ahora; este tema es interesante: las aplicaciones de mensajería están empezando a ocupar gran parte del espacio de las redes sociales clásicas. El hecho de que puedas formar grupos y, como en el caso de Telegram, también canales, hace que gran parte de lo que hacías en redes sociales ahora lo hagas en grupos de chat. Y gran parte de lo que suponía tener un blog también puede hacerse si te montas un canal. Bien, no es exactamente lo mismo pero, sinceramente, no podemos evitar fijarnos en este fenómeno y concederle la debida atención.

    7) Internet es bots. El momento rompedor está ahora en los bots. Cierto que Facebook intenta acoplar su red social a su aplicación de mensajería. Y cierto también que está apostando por los bots aunque, por el momento, de una manera poco transparente que hace que, para la mayoría de sus usuarios, estén pasando bastante desapercibidos. Aunque puede que no le preocupe mucho ya que realmente tiene muchos usuarios (aún).

    Déjame decirte que como desarrollador Facebook es la cosa menos fiable del mundo. Ya no hablo de privacidad sino de que, en su posición arrogantemente dominante, tiene esa facilidad para cambiar las reglas del juego unilateralmente. Es por eso que no estoy por la labor de hacer cosas allí para que, más tarde, porque le salga de sus corporativas narices, cambie todo sin más explicaciones.

    Pero los bots son el fenómeno actual. ¿Por qué? No hacen falta grandes explicaciones. Si ya tienes una aplicación de mensajería y, sin salir de ella ni instalar nada más puedes hacer un montón de cosas para las que antes necesitabas una aplicación específica (ocupando sitio, usando RAM, gastando batería, etc.), no necesitas más argumentos. Aquí tienes un listado de algunos de los bots que suelo utilizar con Telegram.


    ¿Qué hago ahora y por qué lo hago?

    Siempre hay cosas nuevas por hacer. Se llama creatividad. Si no haces cosas nuevas probablemente no sepas lo que es creatividad. No pasa nada, también se puede vivir de alguna manera sin ella; pero será vida en minúsculas.

    Así que en primer lugar me deshice de GZZT (sin remordimientos, a la mierda el dominio cortito y llamativo) y dejé a SUPERPATANEGRA como un algo minimalista. Y me gusta.

    Me fascina cada reto que me surge como idea. No todos puedo llevarlos a efecto pero si se puede, no hay nada mejor. Ahora mismo me motivan los bots; esas piezas de código que, integradas en, por ejemplo, una aplicación de mensajería la dotan de nuevas funciones útiles. Se han abierto las puertas de los bots y empiezan a desparramarse sin mesura. No son una tontería ya que, al fin y al cabo, todo el mundo tiene alguna aplicación de mensajería. La mía es Telegram. A mucha gente, atrapada en Whatsapp, le da como miedo pasarse a Telegram. Yo les sugiero que, al menos, se lo pongan como una segunda aplicación de mensajería. Vale la pena.

    Así que me he tirado de cabeza al torrente de los bots junto con un socio (y, sin embargo amigo) ingeniero que se las sabe todas para desfacer agravios y enderezar entuertos en el mundo del código. Lo estamos pasando bien. Nuestro primer proyecto tenía nada menos que el objetivo de transformar Telegram en una red para el intercambio de información localizada. Resultó un trabajo intenso pero ya está en marcha: Qwasap. Y ahora que funciona de manera bastante satisfactoria, antes de seguir añadiendo unas cuantas decenas de mejoras que ya tenemos listadas, queremos ensayar otros bots más simples que cubran ciertas areas a nuestro juicio necesarias.

    Tampoco he abandonado totalmente el viejo concepto de blogs. Siguen ahí pero solo caben dos actitudes con los blogs:

    1) Te gusta y lo haces por placer.
    2) Eres muy, muy bueno en lo tuyo y publicas material muy interesante, muy concreto y muy periódicamente.

    Es lo que hay. Yo soy más de la primera categoría aunque también me estoy decantando por dedicarme a areas más concretas, pero sin abandonar el punto uno y sin más pretensiones. Si haces algo que te guste, ya has triunfado.

    Este, lógicamente, es un blog que sigo manteniendo y en el que escribo de vez en cuando. Cada vez me gusta menos Blogger como plataforma de bots. Entre otras cosas porque su sistema de comentarios es muy irritante con lo permisivo que es con el spam. Naturalmente, podría alojarlo en un servidor propio, usando Wordpress o algún otro de los buenos sistemas que hay, y tener todo el control. Pero esa es otra cuestión. Ya lo he hecho en reiteradas ocasiones y, francamente, prefiero elegir una plataforma online que me guste y despreocuparme de todo. Que ya tengo bastantes cosas en servidores propios. Por el momento Tumblr cumple bastante bien mis expectativas para otros blogs que tengo.

    Luego están las redes sociales. Tras la fiebre de querer estar en todas, que es la manera más rápida de vivir estresado, me quedo con las que más me hacen disfrutar. Puede que la gente lo note o no, pero me es indiferente. Soy muy zen en esto de las redes sociales.

    Y, finalmente, como no dejo de experimentar con cualquier cosa que me llama la atención, si creo que el resultado final le puede resultar útil o divertido a alguien, SuperPataNegra me sirve a modo de puerta de entrada para todas esas chorradas mayores o menores.


    Gracieta final

    Mientras escribía esto se me ocurrió la espeluznante idea de enviar este artículo a Menéame. El resultado probablemente será emocionantemente incierto aunque con muchas rifas para que pase totalmente desapercibido o, mejor, que me frían a votos negativos por autobombo o algo así. Pero tiendo al optimismo, también puede ser que haya a quien le parezca interesante. Nunca hay que dejar de experimentar mientras se haga con la debida honestidad hacia uno mismo, que es la clave para ser honesto con los demás.

    ¿Merece un meneo? Hazlo. Gracias.

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